Del jardín a la mesa: cómo sembrar tus hierbas y olores

Del jardín a la mesa

Preparar platos utilizando hierbas y olores, es una manera sencilla y deliciosa de llenar de sabor y aroma tus comidas, sin grasa ni calorías adicionales. ¿Por dónde comenzar? ¿Por qué no por tener siempre a la mano hierbas y olores frescos? Albahaca, cilantro, orégano, romero, estragón… son solo algunas de las hierbas que mantengo siempre a la mano en mi cocina y que me ayudan a darle un toque maravilloso a todos mis platos. En este blog te presentamos como sembrar tus hierbas y olores y disfrutar tanto de su belleza como del sabor que podrás agregar a todo lo que preparás. En Aceites Clover tenemos diferentes aceites que junto con tus hiervas lograran un platillo delicioso.

1. ¡Empecemos por encontrar la “maceta” perfecta! 

Opciones hay miles, es más una cuestión de gusto. Desde la típica maceta de barro hasta envases reciclados, lo importante es que tenga una profundidad mínima de 4 pulgadas y que el agua tenga drenaje en fondo del contenedor. Si vas a poner varias en una misma maceta, asegúrate de dejar suficiente espacio entre cada una.

 

2. Escogé las mejores plantitas 

A la hora de escoger las plantitas, las podés sembrar desde la semilla o simplificarte la vida comprándolas. En el vivero te podrán asesorar sobre las plantas que mejor se dan en nuestro clima: albahaca, orégano, tomillo, romero, menta, etc.

 

3. ¡A sembrar!

Adicional a las plantitas, asegúrate de comprar buena tierra para sembrar. Mi sugerencia es que en el lugar donde comprás las plantitas te recomienden la mejor tierra, ojalá con ingredientes orgánicos que nutran a las nuevas plantitas. Sacá las plantitas de la maceta o bolsita donde vengan, poniéndolas de cabeza y dando golpes suaves a la parte de abajo hasta que salga. Le limpiamos un poco la tierra para liberar las raíces y la colocamos dentro de la maceta cubriéndola bien con la tierra “nueva”.

4. Dales luz 

Colocá las plantitas en una ventana donde reciban buena luz natural, como regla ellas necesitarán de 4-6 horas de luz directa para crecer sanas y fuertes.

5. ¡Agua para tomar!

Al igual que nosotros, las plantitas deben de mantenerse bien hidratadas, con el cuidado de no ahogarlas. Un tip para saber si necesitan agua es introducir el dedo en la tierra, 1 pulgada y si se siente mojada, no regar. Esta prueba la podés realizar todos los días hasta que la tierra se sienta seca. En este caso, regá con agua hasta que el exceso empiece a drenar. En ese momento, sabrás que es suficiente.

6. ¡Míralas crecer y a disfrutarlas! 

A como vayan creciendo las plantitas, las vas podando, empezando por las hojitas más viejas, esto ayudará a que sigan saliendo hojitas nuevas. ¡Ahora sí, disfrutá del sabor de hierbas frescas de tu cocina en todos tus platos!

 

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