¿Cuáles son las diferencias entre grasas y aceites?
En la cocina es frecuente que no sepamos bien la diferencia entre el aceite vegetal y la grasa. Podemos pensar que son lo mismo, sin embargo, existen diferencias entre grasas y aceites que es importante que las conozcás por el bien de tu salud.
Empecemos aclarando que no todo aceite es saludable ni toda grasa es perjudicial. Otro mito es creer que todas las grasas tienen un origen animal, mientras que todos los aceites provienen de los vegetales. Esto es completamente falso.
Diferencias entre grasas y aceites
Existen aceites y grasas que vienen tanto de fuentes animales como vegetales. Así que el asunto es saber cuáles son más saludables para consumir y en cuáles podés confiar más para preparar tus recetas.
¿Qué tienen en común las grasas y los aceites? Ambos tienen ácidos grasos o unidades de partículas grasa en su estructura química. Estos ácidos tienen tipologías diferentes y es aquí donde podemos determinar sus propiedades y ventajas para cocinar, para usar como tratamiento cosmético o para darle cualquier otro uso.
Grasas y su estado sólido
Las grasas se caracterizan por mantenerse en estado sólido mientras están a una temperatura ambiente, a unos 20 °C. Esta es la principal diferencia con los aceites: su consistencia sólida.
Ejemplos de grasas son las mantecas de cerdo, la mantequilla, el tocino, la manteca de coco, la grasa láctea, de palma y palmiste, quesos grasos, mayonesas. Como podés ver, pueden ser de fuente animal o vegetal.
Si bien las grasas aumentan la palatabilidad de las comidas, haciéndolas más agradables y sabrosas, en exceso pueden afectar el sistema circulatorio y contribuir con el sobrepeso y la subida del colesterol.
Las comidas procesadas y chatarra contienen cantidades excesivas de grasas saturadas y por ello, son perjudiciales y debés evitarlas o reducirlas al mínimo.
Aceite vegetal y de pescado
Por su parte, los aceites se mantienen en estado líquido a una temperatura de 20 °C. Esto debido a su estructura química compuesta por grasas insaturadas. Entre ellos se encuentran los aceites de girasol, de oliva, de soja, de aguacate, el aceite de hígado de bacalao o de pescado, el aceite de sésamo, algodón o el aceite de krill. Los aceites son ricos en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados como el ácido oleico.
La ingesta moderada de aceite vegetal de calidad y el aceite de pescado pueden ayudar a bajar el colesterol LDL, controlar los niveles de azúcar sanguíneo y reforzar el sistema inmune y el cardiovascular. Además, contienen aceites esenciales omega-3 y omega-6, vitales para el organismo y sus funciones.
En los aceites de fuente animal podemos encontrar ácidos EPA y DHA, los cuales son omega 3 especiales y muy saludables.
Ventajas de su consumo
Incluir aceites de oliva o de girasol en cantidades moderadas en las comidas es una forma de garantizar la energía que nuestro cuerpo necesita para muchas de sus funciones.
Tanto las grasas y los aceites ayudan a nuestro cuerpo a:
- Reforzar las membranas celulares.
- Regular las hormonas.
- Asimilar las vitaminas A, D, E y K, que solo se disuelven en las grasas.
- Hacer más apetecibles las comidas.
Por todas estas razones, consumí grasas con moderación y usá solo aceites de buena calidad nutricional para dar realce a tus comidas. Con la línea de aceites Clover podés cocinar sano y rico.