Freír y sofreír ¿cuál es la diferencia?

Freír y sofreír ¿cuál es la diferencia?

Te preparás para experimentar una nueva receta y ya tenés tu botella de aceite de girasol lista para usar. Tomás la sartén y ollas y al leer las instrucciones te conseguís con que deberás saltear, freír y sofreír ¿Cuál es la diferencia y por qué es tan importante separar estas técnicas?

Si no querés arruinar tu preparación ni cambiar el sabor de los ingredientes, debés tener en cuenta las claves para una correcta cocción, uso del aceite y la temperatura en cada técnica. No te preocupés que aquí te las explicamos.  

Diferencias de técnicas al freír y sofreír

Para que tu técnica de cocción sea más apropiada y los resultados finales sean uniformes, debés tener en cuenta que:

  • Freír es la técnica para cocinar completamente alimentos crudos por varios minutos. Se usa una cantidad de, al menos, 2 a 3 centímetros de aceite o grasa (vegetal o animal) y altas temperaturas (de 120 a 180 grados).
  • Sofreír es aplicar una fritura ligera, con poco aceite y con una temperatura menor a 100 grados. Es ideal para el ajo, la cebolla y las especias. La idea es que suelten su sabor y esencia, pero sin terminarlo de cocinar, cuestión que se completará con otra técnica.  
  • Saltear es parecido a sofreír, solo que la temperatura es más alta: entre 175 a 225 grados. También se utiliza mucho menos aceite. En el caso de tu aceite de girasol solo usá lo necesario para lubricar la sartén y hacé lo mismo si usás de oliva, canola o cualquier otro. 

Consejos para una cocción perfecta

Al freír deberás prestar atención a varios detalles importantes. Por ejemplo, los alimentos deben estar lo más secos posible al momento de colocarlos en la sartén. 

Para que tus alimentos fritos queden perfectos recordá que:

  • Debés eliminar los excesos de harinas para rebozar y conservar la temperatura de freído estable.
  • Usá una cantidad de aceite suficiente, que cubra el alimento. No lo coloques si el aceite no está bien caliente. 
  • No frías todo de una vez ni llenes la sartén hasta el tope. Es mejor que frías en varias tandas. Así reduces el problema de que se enfríe el aceite y la cocción en el interior no sea uniforme.
  • Si vas a freír algo que necesita una larga cocción, usá una temperatura de 120° a 140°. Para comidas ya precocinadas, como las papas fritas congeladas y empanizados, podés usar 150°. Si un alimento necesita un freído rápido, aplicá 180° de calor.

La técnica de salteado correcta es la siguiente:

  • Los ingredientes deben estar en movimiento para evitar que se peguen, se quemen o se dañen por las altas temperaturas. 
  • Usá solo sartenes amplias y con bordes altos al saltear. Los alimentos deben estar en una sola capa y en contacto con el fondo. Al mover o sacudir la sartén, las paredes altas evitarán que se salga la comida y caiga por todos lados.
  • Cortá los ingredientes en trozos pequeños porque la cocción en el salteado es muy corta.
  • Cuando estén dorados, retirá los alimentos. 

Para sofreír debés procurar que el tiempo sea corto para que no se quemen los ingredientes. La idea es que sea un paso previo, solo para lograr una base para seguir con otra técnica de horneado, guisado, plancha, etc.  

¿Sabías que, entre los aceites para freír, sofreír y saltear, el aceite de girasol es uno de los más recomendados? Se mantiene estable en altas temperaturas e impregna menos de grasa tus comidas, por lo que tus platos quedarán más crujientes, jugosos y deliciosos. Y en Clover podés conseguir una gran opción en calidad y precio.

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