¡Noche de pizza! Anímate a preparar pizza en casa
Aprovechando que estamos en vacaciones y que las noches han estado algo frías, invité a mis sobrinos a compartir juntos una noche de pizza! Ellos encantados porque les fascina y yo quedé como la mejor tía porque les entretiene muchísimo. Es toda una experiencia que además involucra muchas sensaciones y el proceso de preparación es entretenido y ágil, lo que los mantiene interesados por un buen rato.
INGREDIENTES
Base de la pizza: primero que nada. Debo ser totalmente honesta: me encantaría prepararla de cero, pero habiendo tantas opciones casi listas, yo elijo el camino más sencillo. En lo personal, yo me facilito la vida comprando en el supermercado, masa de pan congelada. Podría ser también, base de pizza ya preparada, pan pita o hasta tostadas de pan cuadrado. Todo es cuestión de gustos y tiempo, no hay fallo, siempre queda deliciosa.
Salsa de pizza: en este ingrediente sí soy más exigente pues yo preparo mi propia salsa. ¡Es una maravilla! Una salsa que ha pasado de generación en generación en mi familia y que uso en pizzas, pastas y dips italianos. Hoy rompo el secreto y la comparto con ustedes una Salsa casera de tomate para pizza:
Aceite Vegetal – ¡por supuesto!
¡Queso! ¿Qué sería del mundo sin el queso?, ¡es una delicia! El queso más “típico” a la hora de preparar pizzas es el mozzarella, pero habiendo tantas opciones, por qué limitarse solo a una. ¡Experimenten!
Toppings: Aquí el cielo es el límite, sin embargo a mis sobrinos les gustan las pizzas menos “sofisticadas”. Pedacitos de jamón, rodajitas de tomate, hongos, verduritas, son algunas de las opciones más fáciles y gustadas.
Preparación
Precaliente el horno. Prepare las bases de las pizzas y colóquelas en una cazueleja sin engrasar.
Sirva un chorrito de Aceite Clover Vegetal en un tazoncito. Haga lo mismo con la salsa de tomate para que esté a la mano de los niños a la hora de preparar las pizzas.
Con una brochita, cubra las bases de las pizzas con el Aceite Clover Vegetal.
Agregue una cucharada grande de salsa a las bases de pizza y espárzala. Se va a sorprender de lo mucho que rinde.
Cubra ligeramente con el queso rallado. No hay que agregar demasiado porque una vez caliente y derretido rinde mucho también.
Ahora sigue el paso más divertido, que cada uno de los chicos agregue sus topping preferidos a su pizza y la personalice. Algunos son más de puro queso pero otros ya se atreven a experimentar nuevos sabores. Es importante tomar en cuenta que a la hora de agregar vegetales frescos o rodajitas de tomate, estos pueden soltar un poco de líquido, así que agregar con cuidado.
Meta al horno y ¡listo! Recuerde que a muchos niños no les encanta la pizza muy crujiente o tostadita, para tener cuidado.